miércoles, 19 de marzo de 2008

...Y así me sostengo

Amanecer en La Albufera de Valencia

Bebo el silencio en tu ausencia. A veces hasta lo invento para encontrarte. Y así me emborracho, con tu nombre mojándome los labios para emprender mi viaje.

En barca de remos tardíos me alejo desarmando la lógica. La empapo de misterio, de anhelos soñados, de cercanas verdades que endulzan y también amargan mi existencia. Sin yo quererlo, sin yo buscarlo me adentro en lo desconocido de mi yo más lejano, de tu tú más inmenso.

Despesperación, esperanza, soledad, ternura, miedo... Mezclo, remuevo, tomo en caliente y mastico los grumos de tu vacío sereno, para proseguir mi marcha inocua en este lago de incertidumbres certeras. Y así me alimento, de nuevo con tu nombre rozándome la lengua, bajando por mi garganta como nudos de enredado silencio.

...Y así me sostengo, no sé si justa, no sé si cierta; pero de nuevo buscando el horizonte de otra mañana risueña.


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