lunes, 30 de junio de 2008

Florecillas amarillas

Foto: "florecillas amarillas" - E.G.

Me viene a traer la vida florecillas amarillas. A mi encuentro llegan en multitud apabullante, desplazándose en el suave viento de mañanas soleadas y tardes mansas de soledad desoladas. Vuelan con sus alas de frágiles pétalos y así, diminutas y quebradizas, se sostienen como luminiscentes almas de nadie que acuden a mi pelo en desliñada guirnalda para adornar el gesto ténue de mi improvisada sonrisa.

Y a golpe de molesto viento inadvertido... Un pensamiento escondido cada una me recuerda, pues es su planeo perfumado el que me refresca la esperanza ávida de vida que albergo en mis enjambres de quietud despierta y celeridad dormida.

jueves, 26 de junio de 2008

Silencio

Hoy soy silencio, adormilado y desentendido silencio. El que degustan los pobres provistos de proezas sin futuro. El que cantan los tristes en esperanzas mudas. Ese que hallan los cuerdos antes de enloquecer. Este que se adivina tras preguntas vanas, contestando sin articular gesto. Silencio que, derramado entre labios, aún sigue siendo silencio. Y se vierte en ti cielo abajo; recorriéndote, empapándote, inundándote... Mi cómplice sin habla.

sábado, 21 de junio de 2008

Mujer de madera


Foto: "mujer de madera" - E.G.

Mis manos ya necesitan de ti, mujer de madera; de tus curvas sinuosas, de tu armónica voz al aire. Que se vuelva mi anhelo canción pensante, porque deseo tu tacto; el vibrar cercano de tu cuerpo pegado a mi pecho desamparado en espacios de soledades.

Cual ferviente enamorada, te guardaré caricias en vanas tardes para vaciar tu vientre de calma y llenar de paz mis verdades. Como en trance, por un cauce de palabras... Me entregaré derrotada, para beber de tu savia; sanadora de mi carne, manantial de mi alma.

Que hable tu boca en mi boca y la mía por la tuya, que poemas de amor fluyan cuando mis dedos te intuyan afín a mis confesiones. Cara a cara, mano a mano... Latir de cuerpos y mentes, surcando tiempo y espacio, en el adorado abrazo que nuestros trazos se inventen.

miércoles, 18 de junio de 2008

Añorada bahía

Aunque hoy sea otro día de desconocido rumbo...

Tuve ayer el trazo mudo de la luna llena, abrazo eterno en el paseo cierto de la evidencia. Y la brisa del mar indagaba mi mundo, pequeño y frágil; inmenso y puro. En brazos de la ternura, comisura de mí misma; fuente de la cual beber y ser a la vez bebida.

Me lancé al abisbo leve de las caricias del aire, navegando entre oleaje, tan inminente y salvaje; de intensidad desmedida, deseada travesía desde el puerto, sin anclaje... A tu añorada bahía.

domingo, 15 de junio de 2008

A mi paso

Camino del interior de la huerta valenciana una tarde de tormenta.
Foto: L.M.

Percibo un camino abierto a mi paso. La naturaleza sabia e irreverente se brinda a guarecerme en sus lindes de remanso. En busca de atardeceres sólo imaginados antes, deseos reverberantes de mi libertad distante gritan ecos de mí misma, para llegar al encuentro de quien dista en veredas... A la espera entre humedales, de mejores tiempos y más realidades.

Prudente. Serena incierta, voy andando entre maleza. No es mi destreza, sino el afán de mirar hacia arriba y ver la luna ceniciente, luz penitente en maldecidas ausencias.

sábado, 14 de junio de 2008

Despejado

Luce un cielo despejado, saldré a respirar despacio y sin prisas beberé de su destello dorado. Que me oxigene la razón primaria, para agradecer bien cuerda el buen augurio que a cada paso me traiga, por aceras soleadas y arboledas enfrascadas en toscas recreaciones de natura imaginada. Que desvele su mensaje de paisaje cotidiano, ese que hace más hermoso lo que a veces ignoramos por un pasaje tedioso y de trazo adivinado.

Guarde así pues la intención de seguir andando este día solitario, que no es en el calendario más que otro día, sin más tesón, sin más agravio. Y... que me infunda inquietud más densa para mañana, y mañana... Que luzca luz luminosa en la calle y en mi casa, que quiero abrir la carcasa de mis sueños y esperanzas.

viernes, 13 de junio de 2008

Memoria ingrávida

Los Cubos de la Memoria (Llanes, Asturias). Obra de Agustín Ibarrola (2001).
Foto: "Cubos Nocturnos", por Sergio de la Torre.

Andan en ocasiones los pensamientos como hacinados en la razón de los cuerdos. Pintamos recuerdos que recorren el tiempo volátiles, como balanceándose festivos y ausentes de aquello que antaño fueron; formando así retales de memoria ingrávida.

Y ahí seguirán, como bloques de nostalgia, coloreados de sueños y alegría estampada. Prismático vertedero de desengaños, bañado tan sólo por el azar repentino de las aguas de la tristeza, en noches de desatino y madrugadas inciertas.

jueves, 12 de junio de 2008

Cuando manejo mi vuelo

Sé que sabes que me echo en falta, que me busco cada día en el espejo. Que no es mi reflejo el que me define, ni el que imprime esperanza en tu hermoso anhelo. Soy yo, cuando manejo mi vuelo, quien te roba la mirada para guarla en recelo bajo mantos de silencio. Quien vela tu estancia y también tu ausencia, aunque muera en el intento por partir la esencia dolorosa de mi desconsuelo.

Reviviendo... Me sueño en tu inmensidad, tan bien hallada en mis manos. Ahí, donde cada paso en paz nunca se ve dado en falso. Donde andar es tan certero y a la vez tan insensato, entre las brumas conscientes del ser imperecedero y la claridad ferviente del querer desesperado.

martes, 10 de junio de 2008

Otro día nublado

"Confines de Cielo Nublado" - foto: E.G.

Otro día nublado. De nuevo, las gotas de la conciencia me despiertan tímidas, golpeando sutilmente la ventana. Indago entre cortinas con mis atemorizados ojos vampíricos, ávidos de luz; pero siempre agradecidos a la suave sombra cobijante de una húmeda mañana nostálgica.

Otro día nublado. Al encuentro de mi soledad escueta, la que no siempre puede aflorar y expandirse inquieta. Aún así, fluye constante y muda por toda yo, que a vista ajena ejerzo serena; gestante de ideas... Mientras, el torrente de fuente sintáctica que riega cada neurona de mi cerebro, sigue su leve curso en aparente silencio.

Otro día nublado. Y de nuevo, me desenvuelvo como consciente esclava de su tiempo lento, que pasivamente avanza en el vapor de agua oscurecido y tumultuoso que se aproxima desde el norte, amenazante con su llanto retenido en un nudo de viento... que ya cesa.

Otro día nublado. Buscaré saber quien soy, sin quererlo saber demasiado. ¡Qué otro día fuera este, para esconderme de mí y refugiarme en tu abrazo!

domingo, 8 de junio de 2008

Me recuerdo...

Me recuerdo frágil, escribiendo relatos en noches calladas como esta. Revolviendo sueños de nadie para encontrar el mío propio. Indagando poesía y músicas imposibles casi en completo silencio... Al amparo de las luces de la vieja estación de ferrocarril, que parecía espectante al asomo de la dormidera repentida que pudiera sorprenderme en la tarea.

Luz tenue, lápiz, papel y poco más. Guitarra, tal vez, como mudo instrumento o improvisado escritorio, que sobre mis rodillas soportaba mis toscas notas de ininteligible caligrafía oblicua. Ventanal de par en par en verano, abierto a la brisa mediterránea perfumada de pino verde y azahar tardío. Y de fondo... aquella emisora con aquella voz dulce, brindándome un "pasaje en la noche", donde almas aún despiertas dejaban constancia de sus inquietudes, penas, sueños, amores... Temores.

Qué lejos quedaban entonces mis miedos, sencillamente no tenían cabida en mis versos. El futuro se forjaba en mis poemas de rima asonante y en cuatro acordes que me robaban el habla.

A veces, me transporto hasta aquella diminuta habitación con vistas al mar, que anochecía hermosa en su reducido espacio rectangular y explendorosa amanecía, con su sol naciente acechante y mi constante sueño atrasado acumulado en los pliegues de aquellas finas sábanas de suave algodón estampado.

martes, 3 de junio de 2008

Secretos varados

Recreación de papaver somnífera del cementerio de S. Justo, Madrid
- foto: Araceli C.-

¿Duermo o sigo viva? Bien no lo sé. Si soy destello de luz perdida, que asoma sin saber ser. Y sin saber ser por qué, difumina su halo exento de ser quien fue. Y se busca en las sombras de su yo esquivo y en las luces de tu paciencia, para encontrar un motivo que dignifique su esencia. Que no existe indiferencia a este lado del querer, por mudos que muestren ser estos, mis inoportunos labios, que de secretos varados saben tanto sin querer. Que confunden proveer con sellar a cal y canto. Versos, poemas, romances callados... Qué aún estando tan dormida, me confían su partida cada noche y cada día, en mis sonetos soñados.