jueves, 8 de abril de 2010

Campestre

Foto de Loca Poetisa

Será la primavera, los tiempos que corren... Qué se yo. Siento que no hay lugar para la banalidad. Parece que queda en último plano cuando lo material pierde la fuerza en su falta. Qué necesario es a veces prescindir de aquello que no nos es imprescindible.

Vuelvo a admirar la naturaleza en todo su explendor. Todo cobra sentido al aire libre, conectando con la tierra y su esencia. Pisando el legado de mis ancestros me siento viva, afortunada, natural. También con la responsabilidad de cuidar mi entorno, de vivirlo, de entenderlo.

Escucho el rumor leve del viento, el transitar silencioso de la fotosíntesis. El constante fluír de las aguas subterráneas, el asentar de las partículas húmedas de la tierra mojada.

Todo será por algo, digo yo. Si sin tener nada, siempre podemos tenerlo todo.

viernes, 2 de abril de 2010

A ese Señor con greñas y clavos

Todo lo que sé de ti no es lo que me contaron. Crecí con la duda y la desconfianza que me brindaron aquellos que decían traer tu palabra. Por eso, te fui buscando más allá de donde se acostumbraba, lejos de la ostentosidad de la que tú también huíste en tu tiempo.

Quise conocer al hombre cierto, al ser humano que rompió con lo estrictamente estipulado. Al filósofo valiente que dio su vida por sus semejantes más débiles. Al que proclamó paz y amor en tiempos de odio y guerra; al que luchó por la igualdad en años de represión y pobreza. A ese hereje de "su iglesia", que tanto amó a la mujer que la reconoció como igual a sí mismo, haciéndola partícipe de su heróica gesta.

Qué triste que la memoria destruyera La Verdad de Tu Historia. Y qué triste, ver que tus actos sirvieron como engendro horrendo del desvarío mundano que se vistió de oro y sedas. Que hasta de jerarquías, dijeron algunos que, deben saber las creencias...

Y te vistieron de imagen y de icono de insistencia. Se apropiaron de tu nombre, de tu vida, de tus letras...

Ay, Loco Iluminado: ¡Quién supiera bien tu historia! Medio real, legendaria, evangélica o apócrifa... Qué más nos debiera dar, si lo que debe importar lo dejamos escapar al no saber escuchar la humanidad de tu lógica.