miércoles, 15 de marzo de 2006

Felicidad de plástico

Felicidad de plástico. Noches en vela y días de sueño. Velas de noche y sueños de día. Canciones de amor olvidadas y amor olvidado en canciones. Intranquilidad dormida y soñolienta verdad despierta, de ofensivas maneras y sinceras formas.
Felicidad de plástico. Como juguete olvidado entre tanto recuerdo, que polvoriento, nos quita tiempo. Caótica monotonía de vulgaridad mundana, que satura nuestras almas de espacios vacíos y excesiva calma. Muchedumbre de quehaceres meramente importantes, entre lo conseguido y lo que nos queda en la palabra.
Felicidad de plástico. Como soledad forjada… en brazos de alguien. Intransigencia de gestos. Tacto de pieles familiarmente extrañas, que se alejan y se añoran en la abundancia. Dolor que deja de doler doliendo. Llantos que secan solos… y risas que duermen al amparo del mañana.
Felicidad de plástico. Silencio y quietud. Seriedad e indiferencia. Obligación y cansancio. Búsqueda y pérdida en plegarias de insistencia. Como "correr despacio" por campos de necesidad serena. Y el tiempo pasa, pasando el tiempo... como si nada, como si nada fuera.

domingo, 12 de marzo de 2006

Dos años

Hoy hace dos años que recibí tu llamada alentadora, anunciándote como afortunada prófuga de la siempre impensable barbarie humana. Tu voz entrecortada, temblorosa ante la incertidumbre del desconsuelo más atroz. Temerosa y huida de la nada y del todo. Golpe de paz y sosiego fueron para mí tus palabras entre la innombrable desdicha… esta vez no tan ajena. Inmensa tristeza entre la paradójica y magnífica alegría de “saberte bien”, respirando entre irrespirables aires de infernales motivos al otro lado del cercano horizonte.
Hoy sigo dando dolorosas, sufridas, sentidas, amadas y siempre respetuosas gracias, como las di entonces.