jueves, 20 de marzo de 2008

equinoccio de primavera

Ruinas del templo de Dzibitzaltún (Mexico), famosas por el espectáculo natural del recibimiento del sol en el equinoccio de primavera.

Una extraña sensación cálida y luminosa invade ya nuestras vidas. Esa cierta actitud activa y vivaracha que, normalmente se ausenta en invierno, se apodera de nosotros de una forma claramente perceptible en nuestro estado físico y emocional. Renovación que agudiza los sentidos con la luz y los aromas de nuestro entorno natural. La flora cambia considerablemente y la fauna se deja ver mayormente. Los días son más largos y de nuevo, comienza otro ciclo.

Llegó el equinoccio de primavera, llamado también primer punto de Aries o equinoccio vernal. Casi todas las culturas poseen cierto culto a este fenómeno, como renacer y renovación natural.
Se denomina equinoccio a cada uno de los dos puntos de la esfera celeste en los que la eclíptica (plano que contiene la órbita de La Tierra alrededor del Sol, y también, la línea aparentemente recorrida por el sol a lo largo de un año) corta al ecuador terreste. Durante los equinoccios el Sol está situado en el plano del ecuador terrestre, donde alcanza el cenit (intersección entre la vertical del observador y la esfera terrestre). El paralelo de declinación del Sol y el ecuador celeste coinciden, por lo que la noche y el día tienen la misma duración en todo el mundo. La palabra equinoccio viene del latín, significa "noche igual".

Para los mayas, el equinoccio de primavera representaba una fecha en la que podían demostrar sus conocimientos de astronomía, matemáticas, cronología, geometría. religión... Es por eso que en la puesta del sol de cada 21 de marzo, en la Pirámide de Kukulcan o castillo de Chichén Itza, se produce una proyección serpentina de siete triángulos de luz invertidos, como resultado de la sombra de las nueve plataformas del edificio. La idea conceptual expresada durante la celebración del equinoccio, se centra en la ejecución de la siembra, símbolo de comienzo y fertilización de la tierra.

Como nota curiosa, decir que actualmente, ninguno de los equinoccios se encuentra en la constelación que los nombra. Debido a la precesión (cambio de direccion del eje terrestre), el primer punto de Aries está en Piscis, y el primer punto de Libra se halla en Virgo.

miércoles, 19 de marzo de 2008

...Y así me sostengo

Amanecer en La Albufera de Valencia

Bebo el silencio en tu ausencia. A veces hasta lo invento para encontrarte. Y así me emborracho, con tu nombre mojándome los labios para emprender mi viaje.

En barca de remos tardíos me alejo desarmando la lógica. La empapo de misterio, de anhelos soñados, de cercanas verdades que endulzan y también amargan mi existencia. Sin yo quererlo, sin yo buscarlo me adentro en lo desconocido de mi yo más lejano, de tu tú más inmenso.

Despesperación, esperanza, soledad, ternura, miedo... Mezclo, remuevo, tomo en caliente y mastico los grumos de tu vacío sereno, para proseguir mi marcha inocua en este lago de incertidumbres certeras. Y así me alimento, de nuevo con tu nombre rozándome la lengua, bajando por mi garganta como nudos de enredado silencio.

...Y así me sostengo, no sé si justa, no sé si cierta; pero de nuevo buscando el horizonte de otra mañana risueña.


jueves, 13 de marzo de 2008

De sendas, caminos, palabras...

Nuevo día. Lo sé: augurio de pasos en falso, tal vez. Pero no por ello pretendo quedar inmóvil, aunque eso sea lo que inspire mi rostro pálido y mis pies perezosos. Jamás andar fue algo tan simbólico, tan quieto, tan parado y a la vez, tan inevitable y cierto. Una extraña inercia me empuja a avanzar de nuevo; pero me siento lenta, pasiva, espectante... Como quien espera sobre su cuello el filo de un sable.

Prosigo, como tardía soñadora prendida de sueños abstractos. Como a un minuto constantemente distante de mi objetivo. Albergo tanto buscado, que percibo difusa la esencia de mi búsqueda. Sendas sendas y un destino: el mío, que presumiblemente parece estático y tristemente ególatra y sombrío. Normal que me juzguen mis enemigos, que me castiguen con sus afiladas lenguas, que me acusen y condenen sin juicio... Al fin y al cabo qué soy yo para ellos, tan sólo una piedra en su zapato, una injusta parada en su camino. Pero si escucho en tus labios chasquidos de frases vanas e ignoro que van conmigo, será que también yo tengo alma... ¿Será ese mi delito?

Vocablos. Palabras que son palabras; el viento se las lleva tal y como las desata. Siempre me quedan tus trazos para colgar mis miradas, tan bellos como las brumas que nos enturbian el alba; tan ciertos como mis horas tan lentamente contadas.

(foto: Senda del Oso, Asturias)

martes, 11 de marzo de 2008

heridas de la memoria

Hasta los tristes aniversarios parecen pasar de moda. Hasta la memoria cree perderse para dar paso a la cura de heridas abiertas al pasado, destinadas a la eternidad.
Preciado regalo llamado vida. Ansia de ser en paz, armonía, democracia. Derecho de los derechos, tan a menudo vulnerado impunemente.
Se revuelven las entrañas del cuerdo pensador, que recuerda dañando su espíritu bohemio a golpe de espanto, a cambio de no atrofiar su mente despierta con el paso de los días, con sus noches de insomnio.
Los que marcharon quedaron con nosotros para siempre, y los que quedaron se fueron en parte... a ninguna parte.

lunes, 10 de marzo de 2008

felina

Como si todos mis sentidos se agudizaran. Como si fuera yo la reina ante la plena densidad del medio natural que me rodea. Así me siento: hábil, veloz, segura, fuerte, ágil depredadora. Soñadora de grandes latitudes aromatizadas de manzanilla fresca. Implacable cazadora, de caricias desgarradoras... Pero realmente soy pequeña, extraña, volátil, sensible. Visible. Tan vulnerable a estímulos antes ajenos para mi lado oculto, que mostrarme tal y como soy, para siempre podría exterminarme.

Nuestro Lince Ibérico, lamentablemente en constante peligro de extinción.

Tal vez por eso acabo escurridiza entre la maleza agreste de mi entorno frondosamente desaliñado, para literalmente, acabar subiéndome por las ramas.

SUEÑOS

Mucho café... Bueno, no tanto. Jornada electoral y alguna cosilla más bien deliveradamente estresante. Sin quererlo, eso se ha ocupado de mantenerme con cierto punto inquieto durante parte del día y despierta, de una forma cuasi mecánica, a estas horas de la madrugada.

Ando indagando un poco de televisión educativa (que casi siempre surge a estas horas, paradógicamente); uno de mis programas favoritos.

¡Qué gracia! Hablan de sueños, de esas vivencias que tenemos cuando estamos dormidos. "Juegos mentales" los llaman, curioso término. Uno específico: "sueño lúcido". He tenido algunos, son fantásticos. Es una práctica que se cree que se puede llegar a ejercitar y dominar. A veces, yo misma, he llegado a creer que los controlo a mi antojo, desde el principio hasta el final. Por lo visto, esto no es del todo cierto, según los estudiosos del tema.


Bien sabido es que los sueños tienen fases: Fase R.E.M. - Fase de adormecimiento - Fase de sueño ligero - Fase de transición hacia el sueño profundo - Fase Sueño Delta. Después, pasados aproximadamente unos 20 min., el sueño lento se alterna con el sueño R.E.M.

Una media de tres años de nuestra vida, dicen que los pasamos soñando. ¿Cómo aprovechar todo ese tiempo? Se puede, se debe. Hay una función elaborativa en los sueños, un trabajo; una misión concreta. Algo de nuestro día a día que resolver, que indagar. Una batalla que librar paralela a nuestra realidad objetiva.

Desde la antigüedad, la humanidad ha intentado interpretar los sueños, usándolos como medio adivinatorio y premonitorio. Y lo cierto es que todavía siguen fascinándonos sus misterios a estas alturas de nuestra estudiosa percepción de casi todo. Hay algo en ellos que se nos escapa, que nos atrae y que buscamos consciente o insconscientemente cada noche tras cerrar los ojos. Ciencia, consciencia, subconsciencia... A saber cuánto más se entremezcla en nuestras grises y etéreas materias cuando nos abandonamos a caminar y cruzar las puertas de los horizontes más desconocidos de nosotros mismos.

jueves, 6 de marzo de 2008

migrando

Precioso flamenco en pleno vuelo migratorio.

Eres un ave audaz, tan libre como el viento que impulsa tu vuelo. Acostumbrada a migraciones en estaciones frías y cálidas; secas y húmedas. Previsora de tiempos angostos y espesas brumas. Tu sincera apariencia te muestra frágil, pero en verdad eres fuerte; de gran coraje, de admirable perseverancia. Consecuente y constante; siempre valiente ante cualquier adversidad venidera. Y así avanzas, suavizando el aire. Como si no fuera nada tu esfuerzo diario trazado en mi cielo, a veces nublado.

Es tu templanza la que me contagia sueños, la que de ensueño me envuelve; la que soñar me promete soñando en vuelo sereno. Sin prisas ni planes eternos, pero sin tiempo de pararse a esperar otro invierno.

Mucho debiera yo aprender de tus ténues formas; de tu sutil lenguaje, de tu encandilador planeo. Y es que mirarte es un viaje hacia algún lugar lejano de intactos atributos paradisíacos. Una aventura de ida para quedarse prendida tras el velo de tus caricias rosadas, para salpicharme de tus simpáticos chapoteos en cualquier charca que nos acogiera.

...Quién sabe si debiera también seguir tu estela, capaz sería yo de perder el norte y hacer además, que acarrearas con mi torpeza.

miércoles, 5 de marzo de 2008

el enfado del viento

Rosa de los vientos vista desde la Torre de Hércules en A Coruña, la cual
fue construida como faro de navegación por los romanos en el siglo II d.C.
(foto: Xavier Correa Corredoira)

Los "dioses del viento" deben andar molestos por algo. No dejan de agitarse y doblegarnos con sus azotes persistentes alocadamente enfurecidos.

Según la popular mitología griega de Anemoi, sería Bóreas el que ahora mismo andaría haciendo de las suyas por estos lares. Y aunque lejos queda de mi alcance algún conocimiento certero en meteorología moderna, pues afirmo que parece del norte la fuerza y frialdad de este viento que nos visita creándonos este fuerte dolor de cabeza, que acostumbra a venir acompañado, de cierta desestabilidad física y emocional inclasificable; molesta, insistente, persistente.

Qué misteriosa, y a la vez lógica, interacción de los fenómenos naturales en nuestras propias percepciones físicas y psicológicas. Insisto en que somos como una especie de espejos biológicos de nuestro entorno. Un planteamiento para hacernos pensar más en que nuestra propia salud vendrá a menudo precedida por estímulos externos naturales. Pensamientos para empezar a dar más importancia a eso de cuidar nuestro planeta azul, para que este se porte con nosotros también lo mejor posible.

martes, 4 de marzo de 2008

Eco's

No tener un motivo para escribir... nunca debiera ser excusa para no hacerlo. Van las palabras locas resonando en mi cabeza, como si estuviese vacía. Sería mejor expulsar cualquier cosa antes que dar riensa suelta a ese eco molesto y desaliñado.

Luz, fresco, nadie, loco, quieto, sólo, nube, día, árbol, sol, ténue, fugaz, vida, triste, seco, verde, mar, pasos, arena, rojo, tenaz, escuálido, sereno, constante, música, silencio... Palabras. Silencio.



Al maestro J.Drexler se le ocurrieron cosas más significativas acerca del "eco".

domingo, 2 de marzo de 2008

un largo y ancestral viaje

"Desde niña, siempre me fascinaron las mariposas:
Su dualidad y metamorfosis, sus migraciones, su belleza...
Su vuelo mágico titubeante, sus quebradizas y frágiles alas.
Ciertamente, parecen entes naturales portadores de sueños
que traen mensajes y augurios de fugacidad risueña
entre matices silvestres y perfumes de primavera"
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La mariposa es un animal fundamental en la mitología mesoamericana. Representaba el alma, pero también el movimiento y el fuego. Los dos primeros están relacionados, porque las mariposas eran un vehículo para que las almas alcanzaran el cielo, en el caso de los guerreros muertos en combate o sacrificados en los altares.

Nombres toponímicos mexicanos como el de Papaloapan ("Río de mariposas"), Papalotepec ("Cerro de las mariposas"), etc. Reflejan la importancia que tenía para ellos este insecto lepidóptero. A ciertas mariposas se las asociaba con la belleza, el amor y las flores. Otras constituían claramente malos presagios.

La Mariposa Monarca (Danaus Plexippus Linneo) es originaria del norte de los Estados Unidos. Proveniente de Norteamérica, llega a Zitácuaro, Ocampo y Angangueo, Municipios de Michoacán limítrofes con el Estado de México. La llegada de millones de mariposas ocurre a fines de octubre y su regreso a mediados de abril. La razón de su migración radica en que la maduración sexual solo será alcanzada con el calor primaveral, para lograrlo necesitan hibenar en un lugar donde la temperatura las mantenga aletargadas, para que una vez llegado el calor primaveral se reproduzca para poco después emprenda su regreso hacia el norte para concluir su ciclo de vida.

Su vida comienza en una planta llamada asclepia donde los huevecillos son depositados y al cabo de un período que dura entre 4 y 12 días, emerge una oruga, la cual se alimenta de las misma planta en la que nació. Durante su etapa de crecimiento, la oruga cambia de piel cinco veces, para la quinta vez la oruga, que ya está completamente desarrollada, se fija a una rama y teje a su alrededor un fino capullo de seda que durará cerca de 12 días, mientras la oruga va sufriendo una metamorfosis que la convertirá en una hermosa Mariposa Monarca. A principios de abril emprenderá el viaje al norte, cerrando el eterno ciclo de vida que volverá a comenzar el otoño siguiente.

http://www.umich.mx/

Últimos datos científicos

Recientemente, los científicos han conseguido desentrañar el misterio de la masiva y espectacular migración, que tiene una base biológica y está dirigida por un complejo mecanismo molecular en un pequeño conjunto de células en el cerebro de la mariposa. Se trata del funcionamiento en detalle del reloj circadiano -que mide el ritmo día / noche y dirige el ciclo sueño / actividad-, de la Mariposa Monarca. Utilizan una brújula solar compensada en el tiempo y datos de la luz del día como ayuda a la navegación. La compensación en el tiempo la proporciona el reloj circadiano, que permite a la mariposa corregir continuamente su dirección de vuelo para mantener un rumbo constante a pesar de que el Sol varíe de posición en el cielo.

El mecanismo de las mariposas es único entre los insectos estudiados hasta ahora y funciona de forma más parecida al de los mamíferos que al de otros insectos como la mosca. Se basa en una molécula que permite el acceso de la luz a las células que tienen el reloj circadiano, y en otra, nueva, que es la que mantiene el mecanismo de realimentación en forma de lazo. Esta última parece tener también un papel esencial de enlace entre el reloj y la brújula solar.

http://www.elpais.com/

sábado, 1 de marzo de 2008

cierta matemática

Diagrama de la trayectoria del sistema de Lorenz
para los valores r = 28, σ = 10, b = 8/3

Tarde tediosa en mi cabeza dolorida. Mientras, siento que hay tantas cosas por descubrir, que me aislo en mi mundo procurando tranquilidad con fármacos poco agresivos y seguramente, también poco eficaces.

Abro bien los ojos y mi salud se resiente aún más cuando el mundo se retuerce de dolor, siempre tan injustamente ajeno a los ojos del que mira desde lejos, que como ausente a los estímulos caóticos que se apresuran a invadirle, se cree a salvo. Pero las distancias no existen cuando se accede a la realidad rápida y gratuitamente, cuando se palpa la guerra sin sufrirla y sin hacerla. Cuando te sientes cómplice de la miseria humana, porque de nuevo, aún sin comprender; callas y asientas aunque desapruebes.

Poema folclórico británico acerca de la Teoría del Caos
"Por un clavo se perdió la herradura.
Por una herradura se perdió el caballo.
Por un caballo se perdió el jinete.
Por un jinete se perdió la batalla.
Por una batalla se perdió el reino"

Cierta compleja forma matemática nos aborda, nos domina... Es más, nos compone y nos estructura. Sin duda, está en nuestros genes, como en el primer poso de materia que ancestralmente nos concibió como parte del Universo. Algo de ida y vuelta, de quita y pon; de luz y sombra. Algo que nos aleja del pensamiento consecuente, de la causalidad como vientre gestante de los acontecimientos. Algo que acabará destruyéndonos, sin duda alguna.