lunes, 2 de agosto de 2010

La Soledad es una dama flamenca

La Soledad es una dama que viste incolora, se posa en las leves tardes de quien a veces la ignora. Se torna bruma serena en la mente del ser que reniega ser y a pesar de su querer, se desesespera y espera su delirante entender.

Es camino a medio andar en intranquilas noches de esperanzas quietas... O destino inesperado que revienta las andanzas del peregrino cansado y hacia el crepúsculo ansiado de reposo aletargado, desiste de su final renegante y anhelado.

En ocasiones se exhibe y se percibe marino su aroma salado... Mientras sigo faenando en el denso navegar de mi yo desconcertado, cuando la brisa de estío se vuelve frío en verano.

Y se escucha como escala melódica armonizada... Es un toque de flamenco sin "des" y con fundamento; con voz pero sin palabra. Es un llanto, una plegaria, una canción de lamento... Un flor seca, un poema... Un mal revés del momento.