jueves, 12 de junio de 2008

Cuando manejo mi vuelo

Sé que sabes que me echo en falta, que me busco cada día en el espejo. Que no es mi reflejo el que me define, ni el que imprime esperanza en tu hermoso anhelo. Soy yo, cuando manejo mi vuelo, quien te roba la mirada para guarla en recelo bajo mantos de silencio. Quien vela tu estancia y también tu ausencia, aunque muera en el intento por partir la esencia dolorosa de mi desconsuelo.

Reviviendo... Me sueño en tu inmensidad, tan bien hallada en mis manos. Ahí, donde cada paso en paz nunca se ve dado en falso. Donde andar es tan certero y a la vez tan insensato, entre las brumas conscientes del ser imperecedero y la claridad ferviente del querer desesperado.

2 comentarios:

Pedro Luis Ibáñez Lérida. Sevilla. dijo...

Con voz de nácar andan tus sueños, porque de ellos es la voz accesible de tu alma...

Cuando manejas su vuelo,
la cometa se eleva
como un lamento,
y escruta la mirada
que guardas en silencio.
Desde allá arriba,
aunque el dolor
nos haga volar,
el hilo se extiende
desde nosotros mismos
hasta el cielo...
nada nos impide cortarlo
y dejarla perderse
en el momento.

Un beso de vida.

Pedro Luis Ibáñez Lérida

loca_poetisa dijo...

¡Quién fuere en ocasiones cometa, amigo Pedro! Para perderse y explorar nuestro propio mundo desde lejos.

Gracias, bienvenido y bien hallado siempre.

Beso & abrazo.