
No obstante, me gustan los días lluviosos. Tienen algo que se parece a mí, por eso mismo deberé intentar que no sea demasiado esfuerzo llevarme bien con esta tarde gris que tengo por delante. Tal vez extraiga algunas notas de esas seis cuerdas que hoy amanecieron mudas y escupa a la vez algunas letras… casi mecánicas, que broten del subconsciente y que digan lo que mi consciente esconde. O me deje de historias y me ponga a escuchar el silencio y encuentre algo por lo que dar rienda suelta a la imaginación, que en ciertas ocasiones, parece como dormida, o sencillamente inexistente. Igual ella también merezca un descanso... de vez en cuando.
2 comentarios:
..pues parece q incubando algo andas, espero la enfermedad de las palabras desenfadadas aparte de un desafortunado constipado otoñal, cachiss. Bueno tú vete llenando el cesto de pasas y las infusiones de miel q ya irán haciendo su efecto.
Cuídate, besitos. Muakasss!!
...Para que luego digas que tú no posees el don de la palabra escrita y hablada, murmurada, aconsejada...
¡Besos!
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