jueves, 2 de febrero de 2006

Te marchas, enero...

Ya te marchas, enero. Pionero noticiario de las alegrías y tristezas que me vendrá mandando el destino para el resto de este calendario. Pañuelo ya de muchos llantos. Paradoja de sonrisas que acabarán aliviando entre estas sombras mi carcelario letargo. Custodio de añoranzas y momentáneos recuerdos en lamentos fríos, tensos… tan callados.
Cumbre cuesta arriba y cuesta debajo de intenciones a corto plazo, impresas tal vez algunas... ya en papel mojado. Narrador de ilusiones renovadas. Visionario de cálidas sutilezas acariciadas de lejos, de cerca, incluso en sueños… Tú, de tentadoras miradas ermitaño guardián.
Mereces mi desencanto por tu cruel y osado afán de marcar con infortunio tu desaliñado acecho; y contrarrestar con versos la desdicha si te vas. Si me guardas esperanzas… quiero poderlas tocar, en cuanto te deje estar.

No hay comentarios: