sábado, 20 de marzo de 2010

Cabeza de Medusa

No dejes que los mechones de mi cabello se vuelvan frías y escurridizas serpientes. Ni que mis ojos al mirarte se enciendan como antorchas infernales y conviertan tu piel en áspera piedra inerte. No me abandones al turbio lodo del olvido, cabeza abajo...

Ignorada, falsa deidad impostora de sus propias creencias; soportando el peso del desprecio de los cuerdos y justos de corazón que juzgan costumbres paganas.

¿Ves? Aquí también pasa el tiempo en absurdo divagar y con mis pesares invertidos advertidos de indiferencia me lamento distante...

No dejes que mi anhelado sueño constante se hunda en las aguas eternas de la tristeza, que aún hay un halo de vida en esta vieja mirada herida de verdad presa.

Foto de L.M. - Cabeza de Medusa, cisternas de Estambul.

No hay comentarios: