Qué triste cuando ni el dolor permite aflorar mi llanto. Cuando ni el llanto se torna poema... Cuando ni el poema existe ni desiste la existencia de su esencia. Cuando se entristece tanto que hasta la evidencia es manto para cubrir la dolencia de la huída del desencanto.
lunes, 28 de diciembre de 2009
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3 comentarios:
genial, me ha encantado,
Holaa!! he llegado a tu blog por casualidad, me a gustado mucho, escribes muy bien.
besos.
ya no logro llorar... he llorado tanto este fin de ano.... ya no logro ver mas alla de estas paredes que me dan asco, mas alla de las horas solo espero ese amanecer que me libere...aun no se cuando llegara...solo se que deje de sentir como antes y eso me duele
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