Me voy al mundo de la ensoñación explícita, al lugar onírico donde acontece El Legado del Ser. Estado inconsciente, de tan extraviados conscientes actos... Cuando el alma es un cuerpo extraño y el cuerpo, ya sin forma ni tamaño, nos empieza a esclarecer .
Que me voy. A flotar divisando el futuro inmediato, el que me dictan mis actos entre fonemas callados e invisibles garabatos de hilos entrelazados. Senderos enmarañados de lo que fui, soy y de lo que quiero ser.
¡Cuántas ansias de saber! Observo, desde donde no sé bien... Pues son mis ojos cerrados los que ahora mejor ven.
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