miércoles, 20 de julio de 2011

Sigo siendo esa niña

Sigo siendo esa niña de paso leve y confiado. Guardo en mi regazo murmullos que callo, deseos que palpo... Como farol de sandía en noche estival me hallo si se me enciende soñando la lucecita del cuándo. Y es que el porqué lo conozco, y más, cuando me desairo... Veraniego vendaval que me atrapa amenazando con traer aquella brisa que me sorprendió jugando. Aquella vida querida, de infante alocada y viva... De rodillas magulladas y bicicleta torcida. Tardes de pesca, sin pesca ni barco. Playa, aun sombría, llena de encanto. Amigos de callejón y escapadas por el campo, parece que aún me esperen, escaleras hacia abajo. Bella libertad inocente de pequeña afortunada que creció sin darse cuenta. Utópica incoherencia pensar que siempre algo queda de eso que dicen se pierde, curiosamente, por caótica prudencia.

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