Y me pregunto quién intentará paliar mi desesperación silenciosa...
Pero calla esta tarde traidora de esperanza, atacando a golpe de insulsa soledad este hiriente tiempo ignorado.
Todos andan, mientras hablan sus historias descontentas o perfectas en este plano inventado. Algunos ríen soñando y otros ríen también, pero ávidos de llanto.
Y se cruzan las miradas de aquel que va y del que viene; del que llega y se sostiene, y del que se va marchando. Y adivinando verdades en esta estado de estares, vamos compartiendo el paso...
Pero que curioso y triste, que en mi silencio anudado, nadie adivine entre voces que de nuevo estoy gritando.