martes, 30 de marzo de 2010

Marisma

Foto: "Anochecer de Marisma" - Loca Poetisa

Ay, Marisma... Que aunque ya estabas aquí, yo te vi crecer conmigo. Que me ensucié con tus lodos y chapoteé en tus acequias. Yo que removí tus juncos para observar tus anguilas, sapos, culebras, ranas y otras maravillas viscosas de tu ecosistema emergente. Hogar del rey "samaruc"; pequeño y plateado regente... Escurridizo noble de agua dulce, burlón de mis fechorías.

Ay, Marisma... Qué paraíso de libélulas, mariposas, orugas y campanillas. De caminitos bordados de amapola y margaritas. Parada obligada de patos, garzas, grullas y flamencos. Menudo elenco de moscas, mosquitos, abejas, escarabajos y tábanos bandoleros.

Ay, Marisma... Qué recuerdos me propinas en mi paseo ancestral, refrescas con tus aromas de siembra, mi corazón de humedal. Sigo viendo que tus sendas, aún quieren besar el mar: ¡Menuda gesta valiente! en esta odisea ardiente de moderno caminar.

Ay, Marisma... Que el tiempo no pasa en vano. De vanos y egoístas profanos llegaron a ser tus turbas. Y donde crecía vida, ellos plantaron columnas de viviendas no habitadas. Que barata se vende siempre esa tierra que nos ama.

Ay, Marisma... Que sigue abierta tu herida, sé que sangras embarrada entre largas avenidas. Y aún así, rebosas vida en cada brecha tardía y al anochecer se escuchan los ecos de tu agonía.

No hay comentarios: