miércoles, 22 de julio de 2009

Señales

La vida está llena de señales.

Cada camino que recorro, cada decisión tomada o no... Manda su señal de aviso, su códice oculto tras el paso de un instante mudo, testigo y pasajero. De inquietud muero por saber interpretarlas todas y no perecer en los albores temporales del intento.

A veces siento que solamente soy un medio, otro hilo conductor que se enreda en la órbita espacial de tan compleja maraña de incomprensibles finalidades.

viernes, 10 de julio de 2009

Ojo abstracto

Fotomontaje: "ojo abstracto" de Loca Poetisa

Siento ser el ojo abstracto, variable punto de extraña visión borrosa y preconcebida de lo inmediatamente venidero. Parece ser que mi epicentro huracanado y desconcertado de percepción extrasensorial selecciona inexplicables fotogramas distendidos entre el espacio-tiempo de mi cercano, y sinceramente desconocido, entorno causa-efecto.

Y es que, en mi haber de recursos pragmáticos, no encuentro palabras lógicas para explicar mis sensaciones sobrenaturales. Aunque tal vez, jamás me importen más de la cuenta esos retales de posibles futuros variables que se entrecruzan en el chispeo de mis neuronas... Las malas pasadas de rosca memorativa de este cerebro desordenado y desamparado que tanto oscila en este universo tan afortunadamente relativo.

jueves, 9 de julio de 2009

El Legado del Ser

Me voy al mundo de la ensoñación explícita, al lugar onírico donde acontece El Legado del Ser. Estado inconsciente, de tan extraviados conscientes actos... Cuando el alma es un cuerpo extraño y el cuerpo, ya sin forma ni tamaño, nos empieza a esclarecer .

Que me voy. A flotar divisando el futuro inmediato, el que me dictan mis actos entre fonemas callados e invisibles garabatos de hilos entrelazados. Senderos enmarañados de lo que fui, soy y de lo que quiero ser.

¡Cuántas ansias de saber! Observo, desde donde no sé bien... Pues son mis ojos cerrados los que ahora mejor ven.

martes, 7 de julio de 2009

Diminuto universo

Imagen de Astromía - cúmulo globular NGC 6397

Imagino mi mente en orden, dispando las tormentas que me poseen entre luz y oscuridad. Sueño de noche con mañanas frescas, alentadoras de otras noches venideras... En paz, sosiego y silencio; sin colisiones ni cataclismos. Mientras el cielo ténue sobre la ciudad iluminada de artificiales brillos contaminantes entreabre con sus destellos la percepción de mi yo viajero, ofreciendo al mundo mi inquietud temerosa de expandirme, cual extrarradio de diminuto universo locamente exhimido y desaforado.