sábado, 31 de mayo de 2008

Como si empezara a andar

Como si empezara a andar, qué extraño aprendizaje. Como si fuera el viaje una senda sin trazar, a merced de las razones que vengan con intenciones de querer hacernos ver lo que soñamos mirar.

Brecha de tierra en sequía que necesito labrar. No sé bien donde llegar, pero quien no anda ni esquiva ni encuentra su buen lugar.

viernes, 30 de mayo de 2008

Lluvia, tierra, musgo...

Bosque de hayas de Faedo, León: "el bosque mejor cuidado de España".
Parte de él, corre peligro de ser arrasado por la construcción de una red eléctrica que se pretende construir a su paso.

No parece haber tregua en este mundo acelerado. No existe vía de escape entre tanta locura. Menos mal que la lluvia nos baña en calma y desmenuza nuestras penas a base de diminutos chasquidos de vida aleatoria.

Tan sólo quisiera un instante de paz para parar mi reloj, el no biológico. Sentarme a ver crecer el musgo en las cortezas de los árboles, hablar con ellos y admirar la inmensidad del bosque. Pedirle un soplo de aire puro para perfumar mi cuerpo y renovar mi espíritu. Buscar y hallar esa vista introspectiva de mí misma. Caminar por esa senda, alternativa a tanto desvarío mundano absurdo.

Quisiera alejarme, casi sin dejar huella. Fundirme de alguna manera con la naturaleza y ser al fin, lo que realmente soy: parte de ella.

jueves, 29 de mayo de 2008

El manual

Respirar: largo y tendido, reciclarse.
Callar: que viene la vida a traer mensajes.
Pensar: serena, callada pensante.
Mirar: qué maravilloso don, repleto de diminutos parajes.
Escuchar: a mí misma, a mí yo gestante.
Amar: qué noble gesta, entregarse.

jueves, 22 de mayo de 2008

Oruga

Y cual oruga hibernante concilié el sueño empapada en desconcertante llanto. Mojada de más tristeza, manchada de desencanto. Y en la espiral de mí misma, me refugié sigilosa; enroscada cautelosa; estrujando mis entrañas como si fuera a partirlas. Tal vez por no derramar mi sentimiento ensañado. Para no pringar a nadie. Para que si quiere duela, pero aquí dentro callado; donde se forjó sin ser, casi sin saber bien cuándo.

Y soñando mi partida con alas de mariposa... Me seguí sintiendo oruga, invertebrada, en la inmensidad perdida.


Oruga Battus Polydama

Fotografía realizada por el Dr. Carlos Marzano, gran experto en fotos macro de fauna y flora, al que aprovecho para mostrarle mi agradecimiento por permitirme adjuntar esta hermosa e impresionante imagen al texto.

lunes, 19 de mayo de 2008

solitario acogedor

Amaneció hoy un día callado, como ausente de sí mismo. Silencioso, brumoso. Solitario acogedor de monotonías que pasean encorbadas por sus calles mojadas.

Cafeína, analgésicos y unas letras para abrirme paso en este extraño encuentro con la tímida y blanquecina luz solar que asoma tras el cristal. Poesía de lo cotidiano para embellecer el paso y sonrisas que anden dispuestas a darse sin más.

sábado, 17 de mayo de 2008

Desvanecencia

- hermosa foto de algún Campo Santo por Araceli C. -

Me desvanezco en la levedad del medio inocuo de mi conciencia.
Y mientras palpita el llanto sereno de mi silencio, se arropa en el canto callado de mi austero delirio.

Me perturba el vacío que rellena mis recovecos huecos de prolongada indecencia.
Se agita mi yo guardián, el de mi propio martirio.

Me retuerzo de dolor indoloro cuando me baño en tus lágrimas secas, llenas de pesar y de razón sincera. Esa que adoro, esa que quema.

Y lloro también tinieblas, para compartir castigo.

Desaparece de mí una parte cuando bebo tu ausencia; tan fría, tan sierva de esta soledad inquieta.

Me escondo, me quedo, me voy, me pierdo, me ignoro. Y en el silencio...
Me desvanezco.

viernes, 16 de mayo de 2008

gélidos destellos

Es duro verme reflajada en el brillo de tus ojos tras gélidos destellos de incertidumbre. Yo misma y mis porqués, de nuevo sin tregua en tus desvelos y en mis razones sin peso. Primarios instintos que, en uno de tus parpadeos, llegan a desarmarme sin advertir mis tristezas.

Tan precavida fui siempre que jamás tropecé, pues antes de dar un paso en falso preferí la inmovilidad perpleja de la cobardía indolora e insípida. Me acostumbré a callar lo inviable y a mostrar falsa indeferencia para escudarme. Seguí librando batallas a salvo tras mi coraza. Hipotética sensación la mía que, en peristáltico vaivén de actitudes, me llevó a la rendición pactada en el campo de tus virtudes.

jueves, 15 de mayo de 2008

rugidos de dolor

- La Tierra fotografiada por el Apollo 11 desde el Mar de Smyth de la Luna -

Sufres, tiemblas, ruges, te agitas, te quejas... Lloras a mares. Enloqueces. Te abandonas al devenir de la física catastrófica y castigándonos nos adviertes. Maternal legado no pensante, de tosca sangre caliente y trazos imperfectos, que sin quererlo, devuelves a ciegas los golpes que la deliberación humana te propina desde otras esferas bien distintas a la tuya.

Que el pueblo llano no sabe de tus placas tectónicas y sus sísmicos abatares, ni de tus aguas desmedidas, ni de tu sol de sequía. Pero tampoco quisera saber de oscuras pruebas nucleares, ni de fuego en los bosques, ni de basura en los mares, ni de calentamientos globales.

Se completa la absurda cadena de desafíos, que incita al infortunio de inocentes y gesta el sufrimiento mortífero entre, a menudo, los más desvalidos.

Tantos mundos orbitando y sólo uno donde vivir, sólo uno que compartir, sólo uno que cuidar, sólo uno por el que existir. Tan sólo tú, desquiciada y hermosa Madre, tan sólo tú.

Esos días...

Esos días que son para hablar, para regalar gestos, para dar el alma en cada sílaba; para entregarnos llorando o con la sonrisa. Para ser y abrirnos a la luz de la mirada que nos quiera acoger en los aposentos tranquilos de sus destellos y encantos. Para darnos a entender y ser entendidos; comprendidos al amparo apaciguante de los cómplices latidos de ese corazón espectante de vida.
Esos días de mañanas serenas y tardes luminosas son los que busco entre sueños de oscuras noches y madrugadas de ténues orillas.